El respeto al medio ambiente es uno de los grandes retos que debe asumir la sociedad moderna, que deberá en el futuro alcanzar el desarrollo, sin generar daños en biodiversidad. El equilibrio ambiental es la única vía para preservar todas las especies del planeta, incluyendo al hombre. Venezuela sigue siendo un país con altos niveles de contaminación, muchos de nuestros ríos, lagos y playas son víctimas de la acción del hombre, que bien por ignorancia o inconsciencia, está destruyendo importantes reservorios. Preocupados por determinar el impacto humano, la contaminación se ha acentuado en las aguas del Parque Nacional Morrocoy y el Golfo de Fauna Silvestre Cuare en Chichiriviche. Producida por la descarga de aguas residuales provenientes de hoteles y posadas, que no son tratadas y caen directo en el reservorio natural, ocasionando un daño alarmante.
EL ESTUDIO
Como ya es sabido, hace un par de años fue certificada tal contaminación, pues fue avalada por los estudios de Andrés Osorio, oceanógrafo con especialidad en química ambiental y miembro de Fundación La Tortuga, en un estudio publicado en el año 2004 y por los investigadores de la Universidad Simón Bolívar y del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC), en el que se encontró presencia de bacterias que pueden ocasionar infecciones urinarias, cutáneas, pulmonares, cólera, sepsis y algunas afecciones estomacales que pueden desencadenar en ulceras. El hallazgo se localizó en el tejido de las ostras contaminadas con materia fecal extraídas de esta zona, que luego son vendidas a los visitantes del refugio de Cuare y a los del Parque Nacional Morrocoy. El estudio midió los indicadores a partir de las normativas venezolanas expuestas en el decreto 883 referido al control de la calidad de cuerpos de agua o de afluentes líquidos. También se consideraron los indicadores propuestos por la Organización Mundial de la Salud. Los indicadores se basan en la existencia de microorganismos fecales presentes en animales de sangre caliente, donde se incluye el hombre. Se tomó el Golfo de Cuare del Parque Nacional Morrocoy pues es un territorio muy visitado por turistas, presenta una importante biodiversidad, además, a sus alrededores se encuentran diversos asentamientos humanos que viven en condiciones de escasa sanidad. Todos estos microorganismos maltratan estos ecosistemas. Si bien no pueden generar una enfermedad al ser humano sano, podía hacerlo cuando hay una baja en las defensas del sistema inmunológico. Además, estas bacterias y hongos compiten con los microorganismos de este ecosistema, al no tener depredadores, se multiplican y puede generar un desequilibrio en la biodiversidad marina de Tucacas y Chichiriviche.
CAUSAS DEL PROBLEMA
El crecimiento desorganizado y sin control de los municipios Monseñor Iturriza y José Laurencio Silva, donde se albergan el Refugio de Fauna Silvestre de Cuare y el Parque Nacional Morrocoy, que abarca 32 mil hectáreas. Durante todo el año se originan descargas de aguas servidas de hoteles, complejos turísticos, marinas, posadas e invasiones, provenientes del ineficiente sistema de recolección y tratamiento. Caen al mar afectando toda la zona costera. Según Osorio los focos de infección también fueron detectados en los sectores marítimos recreativos y turísticos como: La Cueva de La Virgen y El Naufragio La Gaviota. Por esta razón el especialista recomienda no comprar ostras o kiwas, pues estos mariscos son organismos que filtran el agua y por consiguiente son bioacumuladores de organismos bacteriales y virales descargados por las aguas servidas, que una vez consumidas, representan graves riesgos de salud tanto para los pobladores como para más del millón de visitantes que concurren a estas áreas. Las áreas del parque y de la reserva son amenazadas por la extracción de sus recursos naturales sin control. "La ostra de mangle ya se encuentra en niveles cercanos a la extinción por la sobreexplotación y destrucción de su hábitat. La langosta está en igual situación. Ya no se encuentran especies grandes que se podían consumir a orilla de la playa. Las que venden hoy en día son pequeñas, fuera de talla. Los recolectores y pescadores no respetan los meses de veda", aseguró consternado por la situación el oceanógrafo Andrés Osorio. La destrucción del bosque de mangle forma parte del inventario del desastre. "Los extractores para no despegar una a una las ostras, cortan las raíces de estos árboles destruyéndolos".
PROHIBICIÓN DE EXTRACCIÓN DE OSTRAS
El especialista además subrayó que debido a la contaminación del Refugio de Fauna Silvestre de Cuare, el pasado año fue prohibida la extracción de ostras, actividad que desempeñaban más de 200 ostreros de la zona, quienes se vieron obligados a dedicarse a otras actividades para sostener a sus familias. "La solución no es olvidarse del refugio, y menos limitar el uso de sus aguas, por el contrario se debe buscar soluciones al problema y recuperar tan importante espacio natural".
Los cambios climáticos también han modificado las condiciones de este reservorio natural. En 1996 las aguas de este litoral sufrieron enfriamiento por el desplazamiento de una masa de aire muy frío que bajó al sur del Caribe Debido a la inactividad coralina está a punto de sumergirse la isla pequeña, Cayo Pelón. Todo el arrecife que lo rodea está muerto y con el pasar de los años, la marea ha hecho cavidades formando huecos, como las caries en un diente, a través de las cuales, el agua sube, baja y las olas entran sustrayendo la poca arena que le queda. El oceanógrafo especialista en química ambiental concluye, que de continuar esta depredación sin realizar acciones que reviertan el daño, al Parque Nacional Morrocoy le queda pocos años de vida. "En unos 10 años más, las playas ya no serán aptas para el uso humano por su altos niveles de contaminación tóxica. Hago un llamado a las autoridades, las comunidades afectadas y a los asiduos visitantes de este hermoso reservorio, para que juntos logremos mejorar las condiciones de esta maravilla natural. La problemática ha sido difundida en el ámbito nacional, pero también por publicaciones científicas internacionales, dada la importancia que representa el Refugio de Fauna Silvestre de Cuare, de allí que se insista en el llamado a las autoridades competentes para que se emprendan las acciones necesarias que permitan mejorar esta realidad.
Autor: Freddy Rojas Cordero
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