Las seis maravillas de Guanta

Guanta
Casco central del Municipio Guanta, Estado Anzoategui, Venezuela. / Foto: ARTURO RAMIREZ

Guanta está ubicada en el noroeste de Anzoátegui, su bahía cuenta con islas y playas para pasar días inolvidables, sentirse como en casa y, lo mejor de todo, sin gastar mucho dinero.

Cuando se entra a la ciudad, en seguida se advierte una gran pancarta que señala a los visitantes las bondades del municipio. En el anuncio se lee claramente: “Guanta por naturaleza es una maravilla”. ¿Acaso alguien lo duda?

Muy pocas personas creen que una localidad con una superficie de 67 mil kilómetros cuadrados y unos 74 mil habitantes pueda ofrecer tantas opciones a los viajeros, pero a decir verdad, Guanta, ubicada en la zona noroeste de Anzoátegui, fue pintada con el mejor de los pinceles.

Las cristalinas aguas de sus playas e islas guardan celosamente el recuerdo de miles de venezolanos y extranjeros que las han visitado.

El ingreso a la ciudad es bastante fácil. Si viaja desde Caracas, primero debe entrar a Barcelona, pasar por Puerto La Cruz y ya poco antes de tomar la vía que conduce a Cumaná, el calor de los guanteños le dará la bienvenida. Si parte desde el estado Sucre, debe recorrer toda la carretera nacional que conecta a esa entidad con el estado Anzoátegui. Al finalizar el trayecto, luego de ver impotentes paisajes costeros, una modesta redoma lo incorporará a Guanta.

Para visitar las playas debe trasladarse hasta el muelle La Baritina, en el populoso sector de Pamatacualito, palabra difícil de pronunciar y hasta de leer. En ese lugar lo esperan embarcaciones artesanales que lo trasladarán a los paisajes marítimos más hermosos de la costa oriental.

Tenga presente algo: no necesita grandes cantidades de dinero, pues por el traslado a las islas no llegará a cancelar más de 10 mil bolívares. Si desea acampar, tampoco se preocupe pues el precio por ello -si el Instituto Nacional de Parques (Inparques) lo autoriza- es muy bajo. ¿Preparado para pasarla bien?

Isla de Plata

De aguas mansas y blancas arenas, Isla de Plata es la más visitada de la zona, no sólo por su belleza sino también por haber sido refugio del pirata Henry Morgan.

Sus 150 metros de playa son suficientes para que el turista quede encantado y disfrute contemplando la agilidad de los alcatraces que se posan en el muelle que recibe a los visitantes, quienes -en su gran
mayoría- se interesan por bucear en las cristalinas aguas.

Isla de Plata
Isla de Plata. / Foto: Dannyberro

Isla de plata está protegida por la Isla Monos y se encuentra a unos diez minutos de la costa; quizá por estar tan cerca de la zona metropolitana de Anzoátegui es uno de las más concurridos durante
todo el año.

Playa Conoma

Es una de las más extensas de la zona, pues tiene aproximadamente 600 metros de largo. Se caracteriza por su arena fina de color rojizo. Quienes se broncean con más frecuencia en sus orillas son temporadistas de los estados Anzoátegui y Sucre.

Tiene acceso por vía marítima y terrestre; ambas opciones son excelentes para los viajeros. En Conoma la actividad comercial está bastante desarrollada. Al igual que en los otros balnearios, sus vecinos -la mayoría de ellos provenientes de Valle Seco- venden comidas elaboradas con productos del mar que los visitantes buscan “como pan caliente”.

Guanta
Playa Conoma. / Foto: César Pérez.

Además, abundan grandes matas de mango criollo que le dan sombra a los bañistas. A diferencia de las otras playas presentadas en esta entrega en Conoma el visitante puede preparar comida y hasta parrilas.

Playa Ña’ Cleta

Por lo pequeña que es -no supera los 80 metros de largo-, quien la visita la siente suya. Esta diminuta ensenada se encuentra a pocos metros del conocido poblado Valle Seco.

Su arena fina de color marrón claro es la mejor aliada para descansar, al igual que las cristalinas aguas, que terminan por convencer a cualquiera de que la naturaleza no tiene límites.

Guanta
Playa Ña Cleta / Foto: facebook.com/venezuelatextra

Posee servicio de comida y sanitarios. Para visitarla debe llegar muy temprano, debido a que sólo entran unas cien personas.

Isla El Faro

Su nombre se debe al faro ubicado en la parte alta de la isla. La playa tiene 110 metros de largo, aguas cristalinas y tranquilas, que descansan en arenas doradas. El balneario, ubicado en Chimana Segunda, está en óptimas condiciones y sus aguas son magníficas para la práctica de submarinismo.

Hay quienes dicen que en esta isla, ubicada a unos 35 minutos de La Baritina, el calor se siente más que en las otras cercanas.

Playa El Faro: sublime ensenada de cristalinas aguas
Vista parcial de playa El Faro, perteneciente al Parque Nacional Mochima en el Estado Anzoátegui / Foto: Wikipedia / Autor: Gabriel Alejandro S. Dávila

Por ser uno de los balnearios que se encuentra más distante de la costa, es conveniente planificar el regreso antes de las 5:00 de la tarde.

Punta La Cruz

Es una playa de aproximadamente 400 metros de largo, con límpidas aguas en tonos turquesa, y de arena blanca y gruesa. Cuenta con servicio de restaurantes y sanitarios. Durante los últimos años ha ganado muchos visitantes.

Se encuentra a unos diez minutos del embarcadero de La Baritina. Al lugar, rodeado por abundante vegetación, únicamente se llega por vía marítima, aunque es una playa costera.

Playa Punta La Cruz / Foto: Gabriel S. Delgado C.

El visitante se sentirá cómodo, pues cuenta con varios establecimientos de comida, servicio de alquiler de sillas y sombrillas. Es tranquila los fines de semana, pero durante las vacaciones se llena de visitantes.

Conomita

Es una bella bahía bordeada de cocoteros. Los turistas no pueden visitarla por tiempo prolongado, pues no dispone de los servicios necesarios para pernoctar; de ahí que se ha convertido sólo en un punto de paso breve para contemplar su particular belleza que hace sinergia con pozas de manantiales que se desprenden de la montaña.

Playa Conomita / Imagen: captura de video en youtube.

La playa, de cristalinas aguas profundas, tiene medio kilómetro de largo, es de arena gruesa de color beige oscuro y cuenta con un mirador elaborado con madera desde el cual se puede contemplar toda su extensión. La tranquilidad de Conomita hizo que los pescadores la convirtieran en su favorita a la hora de lanzar la atarraya.

Fuente:Estampas El Universal
Autor: Carlos Eduardo Santoyo