Construcción
del siglo XVIII, última fortaleza de Venezuela
que estuvo en manos de los españoles, quienes
permanecieron allí durante dos años, después
de la Batalla de Carabobo. Luego de la guerra de la
independencia en 1821, el fortín se convirtió
en el último punto de Venezuela en ser liberado,
puesto que no fue sino dos años más tarde
de terminada ésta, que los realistas abandonaron
el fortín rumbo a España. Ya entrado el
siglo XX se convirtió en la funesta cárcel
donde el General Juan Vicente Gómez enviaba a
sus enemigos políticos.
Todavía
en sus paredes pueden leerse mensajes de los prisioneros
de aquella época.
Actualmente el acceso al fortín está restringido
al público, por encontrarse dentro de una base
naval.
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El Castillo para todos (
Por Valentina Quintero )
Por
primera vez en mi vida, y miren que he caminado Venezuela,
pude entrar al Castillo Libertador, en Puerto Cabello,
gracias a la gentileza de Armando Rojas y Chicho, los
dueños de la Posada Santa Margarita. Sucede que
esta joya de arquitectura colonial y de historia pasada
y reciente, está en la base naval y por lo tanto
nadie la puede visitar, a no ser los miembros de las
Fuerzas Armadas y no creo que les interese, con tanto
negocio pendiente. Data del siglo XVIII y es la última
fortaleza en el país que estuvo en manos de los
españoles. Es tan grande y segura, que Gómez
la utilizó para meter a sus presos políticos.
En estos tiempos pudiera ser una posada insólita,
un extraordinario centro cultural, un museo de la ciudad
o un monumento para visitar. Está abandonadísimo,
como casi todo en los días que corren, y la verdad
es que da indignación tanta indolencia. ¿Qué
tal si le proponemos a España que lo recupere?.
Por
primera vez en mi vida, y miren que he caminado Venezuela,
pude entrar al Castillo Libertador, en Puerto Cabello,
gracias a la gentileza de Armando Rojas y Chicho, los
dueños de la Posada Santa Margarita. Sucede que
esta joya de arquitectura colonial y de historia pasada
y reciente, está en la base naval y por lo tanto
nadie la puede visitar, a no ser los miembros de las
Fuerzas Armadas y no creo que les interese, con tanto
negocio pendiente. Data del siglo XVIII y es la última
fortaleza en el país que estuvo en manos de los
españoles. Es tan grande y segura, que Gómez
la utilizó para meter a sus presos políticos.
En estos tiempos pudiera ser una posada insólita,
un extraordinario centro cultural, un museo de la ciudad
o un monumento para visitar. Está abandonadísimo,
como casi todo en los días que corren, y la verdad
es que da indignación tanta indolencia. ¿Qué
tal si le proponemos a España que lo recupere?.